Un juzgado ha condenado a un cirujano por no informar de los riesgos de una operación de aumento de pecho. El documento de CI era tan genérico que ni siquiera hacía constar la operación a practicar.
Gonzalo de Santiago 21/10/2008
Un documento de consentimiento informado genérico no puede considerarse como una información válida. Ésta es la principal conclusión del Juzgado de Primera Instancia número 42 de Madrid, que ha condenado a un cirujano a abonar 40.830 euros a una paciente a la que operó para aumentar el volumen de sus pechos. La sentencia, que recoge las argumentaciones Antonio Navarro Rubio, abogado de la demandante, argumenta que el documento era tan genérico que «ni siquiera hacía constar la intervención quirúrgica a practicar.
Las demás páginas del pretendido informe están sin firmar y son de carácter genérico, por lo que en modo alguno puede considerarse un consentimiento informado».
Mala praxis
Además de por falta de información, «que ya de por sí sola es mala praxis», el juzgado considera que el demandado no trató correctamente el problema infeccioso que sufrió la enferma tras la intervención y que evolucionó a la cronicidad con fístula persistente y retracción capsular grave. Esta infección obligó a practicar la explantación de la prótesis y a realizar dos intervenciones más.
Según la sentencia, no es admisible la argumentación del médico, que señalaba que esas complicaciones se debieron a la incorrecta sujeción de las suturas, la realización de una mamografía posterior y al incorrecto tratamiento y seguimiento. «Si en la mama derecha había una fístula crónica y presencia de gérmenes es que hubo inflamación crónica de larga duración, que no puede deberse a la mamografía».
En el cálculo de la indemnización que debe recibir la afectada, la sentencia, que rebaja la petición inicial de la demandante, considera que el trastorno con adaptación con sintomatología mixta ansioso-depresiva que le diagnosticó un psiquiatra conlleva una indemnización de 10.000 euros. Además, la paciente debe recibir 15.000 euros por el perjuicio estético, 6.830 euros abonados por la intervención quirúrgica y 9.000 euros en concepto de daños morales.
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