Actualizado viernes 18/04/2008 18:14 (CET)
REUTERS | EP
WASHINGTON.- Varios equipos de científicos universitarios financiados por el Gobierno estadounidense crearán piel, orejas, músculos y otros tejidos humanos para los soldados heridos en Irak y Afganistán, según informó el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
El proyecto, que costará 250 millones de dólares (158,7 millones de euros), no tiene precedentes en el país y tiene como objetivo tratar a los militares que regresan del frente con heridas traumáticas, muchas de las cuales habrían sido fatales hace años.
Ward Casscells, ayudante del secretario de Defensa para asuntos sanitarios, explicó que hay «algo más de 900 personas, algunas mujeres, con amputaciones de algún tipo desde el inicio de los conflictos en Irak y Afganistán». Además, muchos de ellos sufren quemaduras, lesiones en la médula espinal y pérdida de visión.
Casscells aseguró que su tarea ahora es «conseguir que esta gente vuelva a funcionar y se reintegre para que puedan ayudar a sus familias y sean miembros plenamente participantes de la sociedad».
Con esta iniciativa, el Pentágono ha creado el Instituto de Medicina Regenerativa del Ejército, que consta de dos equipos. Uno está dirigido por la Universidad Wake Forest de Carolina del Norte y la Universidad de Pittsburgh y el segundo lo encabezan la Universidad Rutgers de Nueva Jersey y la Clínica Cleveland.
Su objetivo es desarrollar en cinco años terapias para la reparación de quemaduras, cura de heridas sin cicatriz, reconstrucción facial y reconstrucción o regeneración de las extremidades.
Una puerta a la esperanza
Algunos científicos universitarios han desvelado que este tipo de trabajos ya se han probado con animales, aunque las pruebas clínicas con seres humanos aún no han comenzado.
Eric Schoomaker, cirujano general del Ejército, expresó su esperanza en que estas terapias puedan ayudar a los soldados con heridas graves en pocos años. Schoomaker, que ofreció una rueda de prensa en el Pentágono, mostró la foto de un ‘marine’ con quemaduras que cubrían su cabeza. Dijo que el militar había pasado por 40 operaciones, pero que actualmente no había forma de reconstruir sus orejas o nariz.
Utilizando una serie de métodos que aún se están estudiando, las células madre del marine podrían utilizarse para hacer crecer más células que después se dispondrían sobre un molde con la forma de sus orejas y nariz. Después de un periodo de incubación de semanas, el molde biodegradable serían implantado en la piel, siendo «totalmente funcional».
Schoomaker se mostró ilusionado porque el Ejército estadounidense se haya embarcado «en una nueva generación de investigación que va a redefinir la medicina militar tal como la conocemos hoy».
La mayoría de las heridas que tienen los soldados estadounidenses desplegados en Irak y Afganistán se las provocan las bombas colocadas a los lados de la carretera y los atentados suicidas con bomba. Los últimos avances médicos han logrado mantener vivos a muchos de estos soldados, que han precisado de cuidados especializados de larga duración por parte del sistema de salud militar, muy criticado por entorpecer a los soldados con su excesiva burocracia.
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/04/18/biociencia/1208535248.html