¿Es ético ofrecer descuentos a pacientes que se someten a operaciones a cambio de grabarlas para publicitarlas en internet? Existe división de opiniones, aunque se trata ya de una práctica extendida. En páginas como Youtube se pueden ver multitud de ejemplos.
G.S.S. 01/07/2008
Un paciente que se acaba de operar de miopía con la técnica lasik sale del hospital con el preceptivo bote de gotas para los ojos, unas gafas de sol y un par de lentes de contacto y, a partir de ahora, también puede llevar consigo un DVD de su operación para contar su experiencia a otros interesados colgando su operación en internet. Según informa The New York Times, esto es lo que desean muchos médicos, que conminan a los pacientes satisfechos con el resultado de su operación a que cuelguen un vídeo en páginas web como Youtube, junto con sus credenciales, un link que remita al profesional y una crítica entusiasta de la cirugía.
Emil Chynn, médico de Nueva York, da a elegir a sus pacientes entre una inyección gratis de Botox o descuentos en las operaciones con láser. «Creía que era un poco extraño y me preguntaba quién querría ver mi operación», ha afirmado Michel Wilder, paciente de 25 años. «Pero luego pensé que se trataba simplemente de mi ojo y que no se revelaría ninguna otra parte de mi cuerpo, por lo que me decidí a colgar el vídeo. ¿Por qué no hacerlo si supone un descuento?». Hasta ahora muchos médicos han reclutado a pacientes para ayudarles a promocionar sus servicios en conversaciones públicas o anuncios comerciales. En este contexto surge la pregunta de si los facultativos deben remunerar a estos sonrientes pacientes violando así las normas de muchas asociaciones médicas. Ahora dan un paso más y ofrecen descuentos a pacientes que se someten a operaciones de aumento de pecho o a rinoplastias y que están dispuestos a ser grabados para promocionar las virtudes de su médico.
Muchos de estos descuentos no son muy altos y sólo suponen unos cientos de dólares. Sin embargo, ya han generado dudas entre los bioéticos y abogados de consumidores, debido, en parte, a que médicos y enfermos le han cogido el gusto a colgar vídeos en internet. Si se escribe la palabra Botox en Youtube aparecen cerca de 2.400 vídeos. La cifra alcanza los 2.000 cuando hablamos de aumentos de pecho y operaciones con lásik.
Por empresas
Algunos de estos vídeos han sido producidos por compañías expertas en marketing como Spore Medical o SalemGlobal Internet. Ambas empezaron a ofrecer estos servicios el año pasado. Otros, en cambio, han sido grabados y editados por miembros de los equipos médicos. En el caso de Chynn, la cámara se unió directamente con el láser.
Todos los médicos entrevistados por The New York Times no creen que remunerar a los pacientes por estas promociones suponga un ataque a la ética. «Los descuentos o reembolsos no son muy altos», afirma Chynn. «Yo estoy cobrando 5.000 dólares por la cirugía y si devolviera 1.000 sí vería un problema». Además, afirma que sólo el 10 por ciento de los pacientes a los que pregunta están dispuestos a hacerlo. «Si de verdad existiera un conflicto de intereses el resto lo haría porque les valdría la pena».
No obstante, algunos bioéticos no están tan seguros. «Es desalentador ver que el afán comercial está creciendo en la que debería seguir siendo una profesión altruista», ha afirmado Ruth Fischbach, profesor de Bioética y director del Centro de Bioética de la Universidad de Columbia. «Si una persona está de acuerdo en dar su testimonio en Youtube, ¿será tratada mejor por su médico que alguien que ha rechazado hacerlo?». Además, «se pone mucha presión en los pacientes. Si uno es multimillonario probablemente se reiría de la idea pero si alguien necesita dinero puede tener otra opinión».
«La propaganda la hace el paciente con el boca a boca»
Jacinto Bátiz, miembro de la Comisión Deontológica de la Organización Médica Colegial, cree que lo que pretenden los médicos que quieren que sus pacientes les promocionen en internet «es hacer propaganda de su trabajo, pero la publicidad la tiene que hacer el propio paciente con el boca a boca y no se tiene que ver inducido por el médico».
En su opinión, el objetivo de las grabaciones de las operaciones debe ser poder estudiar mejor las técnicas y mejorarlas y no publicitar a un médico determinado. «Se puede grabar una intervención para someterla a la crítica de los profesionales, como se hace en algunos congresos».
Asimismo, afirma que si lo que se busca es conocer cómo se desarrolla una determinada operación existen otros caminos. «Si un paciente quiere someterse a una intervención quirúrgica con la técnica lásik puede dirigirse a la Sociedad Española de Oftalmología para que le oriente».
http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/normativa/es/desarrollo/1140704.html