Rogelio Altisent: «Aplicar terapias paliativas a un SNS en crisis es un error ético»

Rogelio Altisent ha finalizado su mandato como presidente de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial tras diez años luchando por el papel primordial de la deontología en la Medicina. El testigo ha pasado a otro de los grandes: Marcos Gómez Sancho.
Marta Esteban 27/01/2009
Han pasado diez años desde que Rogelio Altisent, médico de familia y experto en bioética, entrara en la Comisión de Deontología de la OMC. Una década dedicado a reivindicar una actuación profesional impregnada de criterios éticos y a pedir una mayor formación deontológica para los facultativos. Su labor en la OMC culminó con su elección como presidente de la Comisión Central de Deontología en junio de 2006. Altisent ha pasado el relevo a otro bioético de primera línea, Marcos Gómez Sancho, elegido presidente de la comisión en la asamblea general del pasado sábado. Tras el paso de Altisent por la OMC, Diario Médico ha querido hacer con él un balance de estos años y del futuro de la deontología y de la profesión.

En los últimos años, y especialmente como presidente, la Comisión Central de Deontología ha tenido más presencia pública en temas de relevancia social ¿A qué se debe el cambio?
-Una de las funciones principales de la comisión es dar apoyo y asesoramiento en materia deontológica al Consejo General de Colegios de Médicos, lo cual tiene una proyección externa limitada pero fundamental para dar constancia a uno de los pilares que dan razón de ser a la OMC. Hemos intervenido en algunos temas con bastante relevancia social y es lógico que siga siendo así, pues la sociedad tiene derecho a escuchar el criterio de la institución que aglutina a los médicos.

¿Algún tema abierto..?
-Uno de los documentos más importantes de la comisión ha sido la declaración sobre tiempos mínimos en la consulta, que una vez aprobado por la asamblea del consejo, ha adquirido el mismo rango normativo que el Código de Ética y Deontología. Esta declaración tiene una trascendencia y un alcance que creo que no ha sido suficientemente valorado por los médicos y que puede influir de forma determinante en la organización sanitaria en España.

Las comisiones provinciales siguen pasando, al menos en el plano público, bastante inadvertidas…
-En estos años he percibido un impulso considerable en la mayoría de las comisiones provinciales, que espero se consolide.

Ha sido el primer presidente de la Deontológica que procede de la bioética. ¿Cómo ve la relación entre ambas disciplinas?
-Soy un converso a la deontología médica. Cuando empecé a trabajar en la OMC tenía una imagen rígida y oxidada del Código de Ética. Ahora estoy convencido de que la deontología es el compromiso profesional de los médicos ante la sociedad. Es un bien social porque significa asumir un nivel de exigencia profesional superior a la ley. Por lo tanto, serán los ciudadanos los principales beneficiarios de que existan unos colegios de médicos que promueven una práctica médica de calidad, no sólo técnica sino también impregnada de ética y delicadeza humana.

¿Qué se le ha quedado en el tintero?
-La batalla de la formación en deontología que las comisiones de los colegios provinciales vienen reclamando desde hace años. Me encantaría que la OMC tuviera una unidad de investigación en deontología médica, que supondría un espaldarazo a la credibilidad de la ética médica que se debe cultivar en los colegios en sintonía con las facultades de Medicina.

¿Algún comentario sobre el futuro de la sanidad desde el privilegiado observatorio de la comisión?
-La sanidad está en crisis. En primer lugar, porque el SNS se está resquebrajando y, en segundo término, porque los médicos están desalentados por una política de recursos humanos verdaderamente triste y anticuada. La clase política lo sabe, pero parece paralizada y perpleja. Es necesario un tratamiento curativo y se limitan a adoptar terapias paliativas, lo cual en el campo de la gestión como en el de la medicina es un error garrafal, técnica y éticamente.

¿Alguna salida?
-Las cosas no se arreglan con palabras bonitas políticamente correctas. Sólo veo salida si a los médicos se les reconoce un protagonismo proporcional a la responsabilidad que asumen. Tengo la esperanza de que en los próximos años la OMC asuma el liderazgo que le corresponde participando en una reforma en profundidad del SNS, para lo que es imprescindible que los colegios tengan el apoyo de los colegiados.

¿Qué hará con el tiempo que le ocupaba la presidencia?
– LLevo meses sin jugar al mus (risas…).

¿Qué hay de la colegiación?
Puede que el futuro de los colegios profesionales dependa en parte de que la colegiación sea o no obligatoria para los médicos. Altisent cree que desde la comisión «ha faltado capacidad de convicción para explicar el significado de la colegiación obligatoria».
Denuncia el error que cometen los gobiernos autonómicos que se oponen a la colegiación obligatoria, pues «no se dan cuenta de que en el fondo están perjudicando a los pacientes». Altisent se despide no sin antes agradecer «la fortuna de haber trabajado con un grupo de compañeros humanamente entrañables, contando con un secretario excepcional en la persona de Antonio Galbis».

http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/normativa/es/desarrollo/1198600.html


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