La química de síntesis mejorará las modificaciones genéticas

Las máquinas moleculares y los nanotransportadores de fármacos no serían una opción futura sin las aportaciones de la química, una de las ciencias-frontera con la biomedicina que posibilitará una mejor modificación del ADN y la eliminación de trombos y células cancerosas.

José A. Plaza18/04/2008

En los últimos años la nanotecnología ha cobrado especial relevancia y está embarcando a «disciplinas frontera» con la salud (biología, física y química, entre otras) en proyectos ligados a las novedades biomédicas. Como ejemplo basta con mirar hacia Europa, donde el Programa Marco ha reservado un lugar de privilegio a la nanomedicina.

Como ha señalado Miguel Yus, catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Alicante y codirector del simposio de la Fundación Lilly Química: ciencia en la frontera, «hoy día quien no desarrolla nanopartículas está muerto».

El simposio, que concluye hoy en El Escorial (Madrid), está «específicamente dedicado a nuevos avances en química susceptibles de poder ser utilizados para la obtención de nuevos fármacos», según ha explicado Julio Álvarez-Builla, catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Alcalá y también codirector del encuentro.

Según han coincidido en señalar, la naturaleza no es capaz de suministrar la cantidad necesaria de moléculas ópticamente activas necesarias para solucionar problemas biomédicos. Actualmente más del 70 por ciento de las moléculas utilizadas en medicina son ópticamente activas, por lo que su preparación a escala industrial es indispensable. La catálisis asimétrica, vital para la síntesis de moléculas activas, es una de las puntas de lanza de la relación química-medicina.

‘Viaje alucinante’
A veces la ciencia ficción parece no estar tan lejos de lo que podría ser realidad a corto plazo. Las máquinas moleculares son una de las posibilidades futuras que más atención están recibiendo y, quien recuerde la película Viaje alucinante, podrá ver cómo una idea de hace 40 años está vigente ahora.

En la cinta, un grupo de expertos miniaturizados eran introducidos en un organismo humano y, gracias a una nanomáquina, alcanzaban el cerebro por el torrente sanguíneo y disolvían un trombo.

Yus ha señalado que el transporte de fármacos al punto deseado es una posibilidad real y que las máquinas moleculares «podrán moverse a través de la sangre para destruir células cancerosas, causar efectos inmunológicos y actuar sobre el ADN».

El simposio también ha reservado un hueco a los interruptores moleculares. La generación de nanomoléculas que actúan como sensores a escala molecular ya es una realidad y, de hecho, Yus ha destacado las aplicaciones actuales y «las muchas que están por venir».

Pese a ello, aboga por poner los pies sobre la tierra: «También se habla de la posibilidad de generar nano-ordenadores, pero de momento en esto hay más de futurible que de presente».

Lenguaje ‘nano’
Para alcanzar estas metas «deberíamos lograr una miniaturización de sistemas a escala molecular miles de veces más potente que la miniaturización que conseguimos ahora». Llegado este punto habría que hablar de angstroms, es decir, la mil millonésima parte del metro, unidad aún más pequeña que el nanómetro.

El valor de la química en la terapia génica
La química también tiene un espacio muy importante en el desarrollo de la terapia génica. La doble hélice de ADN ha demostrado ser un conductor eficiente del transporte de reacciones de carga molecular a larga distancia in vitro, lo que facilita que desde la química de síntesis se pueda operar sobre el ADN, romperlo en determinadas zonas, repararlo y volver a regenerar la doble hélice una vez transformada.

Álvarez-Builla cree en la posibilidad de intervenir «con moléculas adecuadas y cortar el ADN en el sitio oportuno para bloquear el gen pertinente». Para ello, los químicos tienen una labor esencial en el desarrollo de moléculas complejas: los ejemplos más conocidos son los análogos de péptidos y de nucleótidos.

http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/mi_dm/biotecnologia/nanotecnologia/es/desarrollo/1113320_04.html


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