Justo Aznar, director del Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV), considera que la ley de plazos para el aborto que está barajando el comité de expertos convocado por el Ministerio de Igualdad (ver DM del martes) «no aporta prácticamente nada nuevo, ya que en estos momentos, y lo digo con toda tristeza y honestidad, el aborto en España es casi libre: basta con apelar a un trastorno psicológico y, al instante, cualquier clínica firma los papeles para confirmarlo».
Enrique Mezquita. Valencia 15/01/2009
Según Aznar, que ha impartido la conferencia inaugural de la tercera edición del Master Oficial en Bioética de la UCV, la única variación con ese cambio es que «lo que actualmente es un delito despenalizado, pasaría a ser un derecho». En su opinión, «aunque así el aborto sería socialmente más aceptable, continuaría siendo contrario a la defensa de la vida humana y un derecho sin ninguna justificación ética».
Aznar ha denunciado que «el aborto es un negocio donde algunos ganan dinero y se lucran a costa del sufrimiento de la mujer». Para respaldar esta afirmación, ha recordado que «el 97 por ciento de las interrupciones de embarazo se realizan en clínicas privadas», un dato que considera muy llamativo, ya que «si esos médicos consideraran que es un bien social y un aspecto muy positivo, los realizarían en la sanidad pública».
El fracaso de la PDD
La píldora del día después (PDD) se legalizó en España en 2002 y, aunque su uso ha aumentado progresivamente, «los datos objetivos y claros muestran que los abortos de adolescentes no han disminuido». Aunque estos resultados y otros similares obligarían a replantearse objetivos y estrategias, «no se ha hecho». En cambio, ha resaltado, «nos encontramos con la chabacanería y cutrez de la última campaña del Ministerio de Sanidad para promover el uso del preservativo entre los jóvenes, que casi parece burlarse de ellos y tratarlos como pequeños animales, en vez de hablar de forma seria y con datos».
Este tipo de campañas son contraproducentes y debería apostarse por la educación en la sexualidad y la responsabilidad en las relaciones, buscando que «los jóvenes maduren emocional y psicológicamente». Respecto a la píldora abortiva RU 486, ha dicho que «al margen de las cuestiones éticas, no aporta ventajas a la mujer respecto al aborto quirúrgico».