José Miguel Polo: «Al médico le suena la bioética como algo de curas y monjas»

El médico sigue viendo la bioética como una disciplina ajena a su práctica. Así lo cree José Miguel Polo, presidente del único comité acreditado de Cantabria, quien señala que no se conocen las funciones de estos órganos y que, en general, se les consulta muy poco.

Gonzalo de Santiago 27/03/2008

José Miguel Polo, presidente del Comité de Ética Asistencial del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV), cree que la bioética sigue siendo una disciplina bastante ajena al médico y que la misma noción de bioética «no entronca bien con la actividad clínica. Al médico le suena algo relacionado con el humanismo o con curas y monjas, y no con su profesión». Polo, neurólogo y médico adjunto del Servicio de Neurología del HUMV, afirma que, en general, se consulta poco a los comités éticos, y cree que es necesario analizar el motivo.

En su opinión, es un problema de falta de conocimiento de la razón de ser de este tipo de órganos. «Sus funciones son poco sabidas y en ocasiones se nos confunde con un árbitro, cuando nuestra función es ayudar y asesorar». Además, este desconocimiento provoca que «algunas veces nos planteen conflictos que van más allá de lo que son las cuestiones éticas, como asuntos laborales o las relaciones entre el personal o con la Administración».

La media de las consultas ronda las cuatro o seis al año, «pero el comité se dedica a muchas otras cosas» recalca el bioético, que señala que los profesionales se deben ocupar también de sus respectivos trabajos. «En la mayoría de las consultas subyace una insuficiente información a los pacientes o a las familias y problemas relativos a la relación clínica. La carencia de tiempo por la sobrecarga laboral conlleva una falta de comunicación».

Este comité inició su andadura a comienzo de los años noventa, cuando culminaron su formación en bioética el médico Juan José Montero y la enfermera María Teresa Sola. Después de algunos años de actividades diversas, se creó un grupo promotor en 1996. El comité fue acreditado por el Instituto Nacional de la Salud en 1998.

Cursos de formación
Para paliar la falta de formación bioética del profesional los cursos y talleres son muy importantes. «Desde 1995 se han organizado un total de 33 en ámbitos diversos. Esta actividad docente es en la actualidad una de las actividades más relevantes». Otro de los rasgos de este tipo de comités es la autonomía para tomar sus propias decisiones. «Dependemos sólo del director gerente del centro y eso nos da una cierta garantía de independencia».

Según Polo, que también es magister en Bioética por la Universidad Complutense de Madrid, las actividades se han desarrollado siguiendo una rutina común a otros comités. «Se celebra una reunión ordinaria mensual y varias extraordinarias anuales, en las que se analizan las consultas recibidas y se delibera sobre la elaboración de documentos relacionados con la ética clínica que tengan interés en la asistencia».

El comité de ética que preside Polo ha abordado temas como el consentimiento informado, la confidencialidad, el trabajo en equipo, ética de los trasplantes, voluntades anticipadas, limitación del esfuerzo terapéutico, muestras biológicas y su custodia, y contención de pacientes.

Fuente: Diario Médico


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