Investigación: ‘JAMA’ critica las interferencias de la industria en algunos estudios clínicos
Hace tiempo que empezaron a salir a la luz ciertas sugerencias que hacían algunas compañías farmacéuticas sobre los resultados de ensayos clínicos que se publican en las revistas científicas más relevantes. JAMA publica hoy un comentario de su equipo directivo en el que propone algunos consejos para evitar las interferencias.
Redacción 16/04/2008
Catherine DeAngelis y Phil Fontanarosa, directora y subdirector de The Journal of the American Medical Association, comentan hoy en su revista el excesivo intervencionismo de algunas compañías farmacéuticas en los ensayos clínicos que se publican en revistas especializadas y la distorsión de algunos resultados. «Son conclusiones derivadas de los datos de dos artículos que se publican hoy en JAMA y en otras revistas y de nuestra experiencia sobre cómo la industria puede manipular la investigación clínica», escriben los dos representantes de una de las revistas científicas más destacadas.
Lo primero que quieren aclarar DeAngelis y Fontanarosa es que la manipulación de los estudios y la distorsión de los resultados no puede darse sin la cooperación (activa y tácita) de los investigadores, de otros autores, de los directores de revistas, de los revisores y hasta de la Food and Drug Administration.
En segundo lugar, la confianza pública en la investigación clínica puede deteriorarse, sobre todo cuando se desconoce la extensión de este tipo de prácticas. «Aunque realmente pensamos que la gran mayoría de los investigadores y de los autores científicos son honestos y con una gran integridad científica, la manipulación de algunos estudios por parte de la industria farmacéutica y de tecnologías sanitarias está aumentando y más expuesta a prácticas inadecuadas».
Formación
En tercer lugar, la práctica clínica y la formación están asimismo influidas por la industria. Por eso, es necesario tomar medidas drásticas en lo esencial y que se produzca un cambio en las partes implicadas en la investigación médica, en su publicación, en la formación y en la práctica clínica.
Cuando la integridad de la ciencia y del ejercicio médico se ha empezado a cuestionar o sentirse amenazada, los pacientes, los médicos y los investigadores podrían verse perjudicados.
Por eso, los directores de JAMA insisten en la necesidad de garantizar, mantener y reforzar la integridad de la ciencia médica.
(JAMA 2008; 299: 1.833-1.835).
Once propuestas para garantizar la independencia
1- Todos los ensayos clínicos deben figurar en un registro aceptado por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas antes de la selección de los pacientes. El nombre del investigador principal también debe incluirse en dicho registro.
2- Es necesario que aparezca el nombre de todos los autores y sus contribuciones específicas en el estudio. Se debería considerar publicar esa colaboración.
3- Todas las revistas deben revelar las relaciones de los autores con las compañías que subvencionan los ensayos y todas las fuentes de financiación.
4- Los editores deben analizar esas financiaciones y destacar si existen conflictos de interés o relaciones económicas en la valoración del estudio.
5- Las compañías que financien los estudios no deben estar implicadas en el reclutamiento de pacientes ni en la monitorización de los datos; tampoco en su análisis y en la elaboración del informe final.
6-Todos las revistas deben pedir un análisis estadístico de los datos efectuado por un estadístico que no trabaje en la compañía patrocinadora.
7- La información de cualquier autor que no revele las relaciones financieras u otros conflictos de interés, o no acepte que su nombre esté en el estudio, debe remitirse a la autoridad académica correspondiente.
8- Si un revisor proporciona información confidencial, como un manuscrito bajo revisión, a terceras partes, como la compañía patrocinadora, debe conocerlo su superior. Si viola la confidencialidad se le debería prohibir revisar y publicar artículos.
9- Cualquier editor que conozca que alguna compañía manipula datos en su publicación debe ponerlo en conocimiento del consejo editorial.
10- Para mantener una distancia saludable de la influencia de la industria, las organizaciones profesionales y los encargados de la formación médica continuada no deberían permitir que se incluyan en los contenidos educativos aspectos de las compañías que subvencionan los cursos.
11- Los médicos deben mantenerse al margen de las influencias financieras de las compañías farmacéuticas, entre los que se incluye la aceptación de regalos.
Fuente: Diario Médico