Las células madre iban a ser la solución a todos los problemas, pero sólo han conseguido resultados en los laboratorios. En cambio, la ONT lidera un sistema que, pisando un suelo real, demuestra su eficacia. Hoy parece otro mundo, pero en los primeros años de este siglo era una sensación generalizada entre los responsables de nuestro sistema de trasplantes la impresión de que habíamos tocado techo.
Rafael Matesanz. Director de la Organización Nacional de Trasplantes 08/07/2008
La pesada carga de ser los primeros del mundo desde el año olímpico de 1992 junto con la apasionante discusión científico-ético-religioso-político-autonómica sobre las células madre que todo lo iban a curar habían trasladado a la opinión pública y a la comunidad científica la impresión de que esto de los trasplantes de órganos y tejidos en España había dado de sí todo lo posible.
Además, parecía que, por evolución natural, habían dejado paso al trasplante de células madre, adultas o embrionarias (trasplantes al fin y al cabo). En este paradigma de la modernidad parecía que a los órganos, especialmente los abdominales desprovistos de todo glamour, tan sólo les quedaba pasar a formar parte del Parque Jurásico.
Eficacia clínica
Apenas un lustro después de toda esta revolución, más mediática que real, efectivamente las células madre, gran esperanza de la medicina (y eso no se pone en duda), han atraído cuantiosos fondos públicos (pocos privados) y han contribuido de forma decisiva a la mejora de la salud y de la esperanza de vida… de los ratones de laboratorio.
Su contribución a la medicina real, la que se practica en los hospitales con eficacia clínica demostrada, ha sido más bien escasa, pese a los numerosos titulares de prensa.
http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/politica_sanitaria/es/desarrollo/1143256.html
Frente a ello, el sistema español de trasplantes, coordinado y liderado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), pisando un suelo real y en plena concordancia con la sociedad española actual, ofrece cada día una prueba más de su eficacia y de su capacidad de innovación, desechando cualquier idea de haber llegado al máximo o de encontrarse en la línea descendente.
De nosotros dependen todos los días vidas humanas, no murinas. Marcamos un máximo histórico de donaciones y trasplantes, demostrando la cuadratura del círculo. Todo ello se logra en presencia de un descenso también histórico de los accidentes de tráfico y constatamos que los inmigrantes donan tanto o incluso más que los españoles, en contra de todos los tópicos y a diferencia de lo que ocurre en el resto de la vieja Europa.
Referente
Lideramos la ofensiva mundial contra la comercialización y a favor de la donación de órganos hombro con hombro con la OMS y la Sociedad Internacional de Trasplantes, conseguimos que Latinoamérica sea envidiada en todo el mundo como la única región que dispara sus trasplantes gracias a la ONT y logramos que todo el mundo -incluido Estados Unidos, Australia o Canadá- nos pida asesoramiento para mejorar su sistema de trasplantes.
Mientras tanto, ponemos a disposición del enfermo las últimas innovaciones que han mostrado su eficacia por el ancho mundo: implantamos la donación cruzada de riñón, aprobamos el trasplante de cara, incorporamos el mayor número de unidades de cordón del mundo a disposición de todos y no sólo de los que se lo puedan pagar Todo ello con el refrendo de la sociedad española, que tiene en la ONT uno de sus bastiones en los que es consciente de que puede confiar.
Qué maravilla poder conducir un sistema de trasplantes de un país moderno, con un sistema nacional de salud que atiende a toda la población sin discriminación, que cuenta con profesionales de primerísima fila y que es el más generoso del mundo. ¿Cómo no sentir orgullo de ser español y de trabajar en una empresa que deja a años luz a todas sus similares de los cinco continentes?