Debe recuperarse la dimensión humana de la relación clínica

El grupo de expertos de la comisión Los Valores de la Medicina del Siglo XXI, de la Organización Médica Colegial (OMC), ha abordado en tres documentos los principios éticos y deontológicos que deben primar en la asistencia sanitaria, en la formación universitaria y en la investigación.
Marta Esteban 30/06/2008
«Recuperar la dimensión humana de la relación médico-paciente es un elemento decisivo en la calidad asistencial». Esta es una de las reflexiones del documento que ha presentado la Comisión Los Valores de la Medicina del Siglo XXI de la Organización Médica Colegial (OMC). El grupo de expertos, coordinados por Marcos Gómez Sancho, miembro de la Comisión Central de Deontología de la OMC, ha elaborado una declaración de principios para la asistencia sanitaria, que fue presentado el pasado viernes en la sede de la institución.

Los expertos reconocen el derecho de autonomía del paciente, que debe ser respetado por el profesional de la medicina, pero también advierten que «evitar el paternalismo tradicional no debe conducir al abandono del enfermo en la toma de decisiones», que deben tomarse bajo el escenario de «una relación clínica cooperativa». Según Rogelio Altisent, presidente de la Comisión Central de Deontología de la OMC y otro de los autores del documento, «una interpretación rigorista del principio de autonomía puede traducirse en un abandono del enfermo».

Al ritmo de la ética
Los miembros de la comisión también han tenido palabras para uno de los grandes enemigos de la calidad asistencial: la medicina defensiva. La consideran como una actividad «contraria a la ética médica» al suponer un «perjuicio para el enfermo, para la sociedad y para el propio médico», pues frena su «desarrollo en los valores profesionales».

«Nos preocupa la judicialización de la Medicina porque es la antesala a una medicina defensiva en la que la prioridad para el médico deja de ser el paciente. La buena Medicina no se puede hacer al ritmo de la legislación, sino al de ética y la deontología, que son más exigentes que las leyes», ha declarado Altisent. La comisión también analiza el compromiso que debe adquirir el profesional con la mejora continua de la calidad y reivindica la necesidad de que el médico complemente su tareas asistenciales con la formación continuada para lo que exige que se le dote de «tiempo de su jornada laboral para la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades, así como para la docencia e investigación».

Defiende la «libertad de prescripción y de las condiciones de trabajo que le permitan actuar con independencia» y, si no se cumplieran, compele al médico a «informar al gestor» e incluso al «colegio profesional correspondiente». Por último, y además del compromiso social que debe adquirir el médico y de su responsabilidad ante la sociedad, la comisión hace hincapié en los deberes de las instituciones sanitarias. Apela a las «reformas del modelo de gestión para dar protagonismo al médico de familia», así como para «facilitar la coordinación entre niveles asistenciales».

http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/normativa/es/desarrollo/1140013.html


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