Cataluña. El comité ético de la Generalitat pide un sistema de plazos

Implantar de manera efectiva la educación sexual y reproductiva en las escuelas y planificar campañas orientadas a los grupos más vulnerables para prevenir los embarazos no deseados, además de retocar los plazos previstos en la ley para la interrupción del embarazo son algunas de las recomendaciones que ha emitido el Consejo Consultivo de Bioética de la Generalitat de Cataluña, que dirige Victoria Camps, al Departamento de Salud.

Karla Islas Pieck. Barcelona 17/09/2008

El Comité Consultivo de Bioética de la Generalitat de Cataluña, que dirige Victoria Camps, considera que es necesario cambiar el marco legislativo actual por una nueva norma que contemple la introducción de un sistema de plazos que permita interrumpir el embarazo dentro de un periodo no inferior a 16 semanas ni superior a 24, con el consentimiento de la mujer como único requisito.

Entre las recomendaciones que ha hecho al Departamento de Salud de Cataluña destaca que se contemple la posibilidad de interrumpir la gestación sin que exista un límite de tiempo en el supuesto de riesgo para la salud física o psíquica de la mujer, o bien, existan malformaciones fetales graves. En su opinión, la nueva ley debe reconocer explícitamente que las mujeres tienen derecho a la autonomía reproductiva y que la voluntad de la mujer es lo que debe primar en la toma de estas decisiones en el marco previsto por la ley.

Las propuestas para establecer el límite temporal máximo para la interrupción de la gestación deben tener en cuenta el criterio de la viabilidad fetal. Según Camps, la nueva ley debería establecer de manera clara el límite que estaría entre las 16 y las 24 semanas.

Priorizar la prevención
Una de las recomendaciones del Comité Consultivo de Bioética hace énfasis en la necesidad de prevenir los embarazos no deseados en los grupos de riesgo. Según las cifras actuales sobre la interrupción del embarazo en Cataluña las tasas son mucho más elevadas en las mujeres que provienen de países en los que no existen programas de salud sexual y reproductiva y en los que el legrado es considerado un método de planificación familiar. Por este motivo, es recomendable que se planifiquen campañas y estrategias preventivas orientadas a estos grupos vulnerables.

http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/normativa/es/desarrollo/1165453.html


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