Carlos María Romeo Casabona: «Con sentido común el límite a la investigación debe ser mínimo»

Si se lleva a cabo una investigación responsable los límites que el derecho debe poner a la investigación biomédica deben ser mínimos. Así lo piensan Carlos María Romeo, director de la Cátedra Derecho y Genoma Humano y Javier Sánchez Caro, de la Real Academia de Medicina.

Santiago Rego. Santander 20/06/2008

Los límites en la investigación están en tener bien claro el concepto de la dignidad humana, los derechos y libertades fundamentales y el respeto a los valores constitucionales, además «de aplicar convenientemente el sentido común y el equilibrio, y muy especialmente ahora, cuando la flamante Ley de Biomedicina ha dejado las cosas claras y ha acabado con una dispersión legal nada beneficiosa».

Así lo han argumentado Carlos María Romeo, director de la cátedra Derecho y Genoma Humano, para quien la clave está en la «investigación responsable», y Javier Sánchez-Caro, académico correspondiente honorario de la Real Academia Nacional de Medicina, respectivamente.

Ambos especialistas han protagonizado un intenso debate con los alumnos del seminario Las fronteras de la investigación médica: aspectos bioéticos, jurídicos y científicos, que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), de Santander.

Los ponentes han puesto de relieve que los posibles inconvenientes han de ser abordados -en una sociedad democrática- sobre la base del debate y la reflexión conjunta y restringiendo el papel del Derecho sancionador a sus mínimos imprescindibles.

Con el título de Límites a la investigación, los dos especialistas se han enzarzado en un vivo debate a propósito de los límites y valores que imponen determinadas limitaciones a los investigadores, caso de la intimidad o la integridad física, entre otros.

«Se trata de aspectos que están recogidos en la Constitución, pero que no sólo requieren un abordaje legal, sino también bioético, porque entramos, a modo de ejemplo, en un terreno tan delicado como la confidencialidad y protección de datos en el curso de investigaciones médicas», ha argumentado Sánchez-Caro.

Límites necesarios
En similares términos se ha expresado Carlos María Romeo Casabona. En su opinión, como no todos los investigadores van a actuar con «sentido común, no le queda más remedio al legislador que poner algunos límites en asuntos siempre delicados y de materia viva. Nunca se va a legislar a gusto de todos los ciudadanos, pero la reciente Ley de Biomedicina de 2007 ha dejado un panorama moderno y completo, sin dispersión normativa, ya que sólo han quedado fuera los ensayos con medicamentos y la reproducción asistida».

Aunque todo es mejorable, este miembro del Comité de Bioética de España ha subrayado que «con este buen panorama normativo, el reto actual de la Bioética es observar todo lo que pasa en el mundo y ver de qué manera puede afectar al ser humano y a su entorno, y cómo actuar en esas situaciones. Hay que estar alertas desde el observatorio de la Bioética para tener capacidad de reflexión y reflejos más rápidos ante las nuevas situaciones que llegan».

Los dos ponentes han puesto de manifiesto que el enfoque ha de ser multidisciplinar -desde la perspectiva científica, jurídica y ética-, y sin descartar las aportaciones que puedan proceder de los avances tecnológicos en esta materia, que cada vez son más importantes.

http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/normativa/es/desarrollo/1136959.html


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